Este libro ofrece una nueva lectura de la compleja relación que hubo entre la filosofía y la Revolución en México durante las primeras décadas del siglo XX.

Inspirados en el espiritualismo bergsoniano, que preconizaba una evolución creadora, Antonio Caso y José Vasconcelos, los dos grandes filosóficos de ese periodo, participaron de diversas maneras en el espacio público para defender lo que podría llamarse una revolución creadora, es decir, una revolución que no se limitara a un proyecto de transformación política  y económica, sino que adoptara una concepción +ética, estética e incluso espiritual. A partir del estudio detallado de los escritos de Caso y Vasconcelos, este libro ofrece además uan historia intelectual de México entre 1908 y 1929, en la cual se entretejen los sucesos revolucionarios con los momentos principales de la cultura.

La interpretación que ofrece en este libro hace justicia a la participación de los intelectuales en la Revolución y muestra de qué manera el México de hoy no se entenderá sin las arterias filosóficas que alimentaron ese movimiento social.